PAM482
Rezafungina en candidiasis invasiva
MEDICAMENTOS EN ESPAÑA
Aspectos fisiopatológicos
En las micosis profundas , la mayoría de las especies patógenas de hon gos capaces de producir infecciones sistémicas actúan como patógenos oportunistas. Habitualmente son inhalados con el aire y son eliminados, en condiciones fisiológicas normales, por el sistema inmunitario, a través de mecanismos celulares (fagocitos). La diseminación de la infección puede producirse casi exclusivamente en pacientes inmunodeprimidos (trata mientos inmunosupresores, sida, etc.). Entre los hongos susceptibles de pro vocar con mayor frecuencia cuadros diseminados de micosis destacan las especies del género Candida . Aunque hay más de 200 especies de Candida , solo alrededor de 20 se han descrito asociadas a enfermedad en seres humanos. La más frecuente, con mucha diferencia, es Candida albicans , que supone entre el 60-80 % del total causante de enfermedad, incluyendo infecciones graves, como la candidemia ( C. albicans supone en torno al 60 % de los casos, segui da de C. parapsilosis , con un 17 %) y de candidiasis invasiva, en la cual también supone más del 50 % de los casos (Oliva et al. , 2023). En pacientes inmunodeprimidos o en el ámbito hospitalario, cada vez se describen con más frecuencia otras especies de Candida , que incluyen C. parapsilosis, C. krusei, C. tropicalis o la emergente C. auris , cuya transmisión se ha incrementado notablemente en el último lustro, preocupando espe cialmente por su perfil de multirre sistencia (Mishra et al. , 2023). Otras especies menos comunes son C. guilliermondi o C. lusitaniae . Por otro lado, la candidemia por C. parapsilo sis, que habitualmente se asocia al uso de catéter y hasta hace poco se con sideraba por lo general de evolución favorable, resulta cada vez más difícil de tratar debido al auge de resisten cias a antifúngicos, especialmente por su capacidad para producir biofilms (Casalini et al ., 2024).
C. albicans es un microorganismo ubicuo, capaz de colonizar la piel, el tracto gastrointestinal o la vagina de individuos sanos. Las infecciones por Candida spp. se producen por tres mecanismos: por invasión de cepas colonizantes del tracto gastrointes tinal o la piel, como consecuencia de transmisión vertical en el neonato, o en raras ocasiones por transmisión horizontal. También existe la transmi sión nosocomial, a través de comida, objetos inanimados y contacto directo. En el paciente oncológico, el origen de la candidiasis diseminada suele ser en dógeno, aunque también es común que sea por infección del catéter; asimis mo, los pacientes con infección VIH se colonizan con frecuencia por múltiples cepas de C. albicans . Pueden producirse candidiasis en múltiples localizaciones, incluyéndo se entre las más comunes las formas orofaríngea, esofágica, mucocutánea y diseminada. Mientras que en las formas mucocutáneas o en la candidiasis esofágica la infección es casi siempre debida a C. albicans , en las formas dise minadas la infección puede deberse a diversas especies de Candida. La presentación clínica de las infec ciones sistémicas por Candida spp. es completamente inespecífica y abarca desde la candidemia (con invasión sanguínea) hasta la candidiasis dise minada aguda que, no infrecuente mente, ni siquiera se sospecha y se diagnostica post mortem . Además, los pacientes que sufren candidiasis invasiva pueden presentar todo un es pectro de signos inflamatorios locales y/o sistémicos, también completa mente inespecíficos, como la sepsis (a veces grave), el shock séptico y el sín drome de disfunción multiorgánica. La infección invasiva por Candida puede presentarse como una infección focal o sistémica. Ambos casos son secundarios a un episodio de candi demia. Aunque esta se relaciona con frecuencia con los pacientes inmuno
Las infecciones provocadas por hon gos presentan importantes diferen cias con las de origen bacteriano. Quizás una de las más importantes, por las consecuencias terapéuticas que tiene, es el hecho de que los hon gos son células eucariotas, mientras que las bacterias son procariotas. Esto significa que las células fúngicas son más más complejas y mucho más parecidas a las células humanas, lo que implica, en última instancia, que los medicamentos activos sobre los hongos con capacidad patógena para el ser humano deben actuar mediante mecanismos bioquímicos basados en las pocas diferencias existentes entre las células fúngicas y las humanas. Precisamente, una de las más impor tantes peculiaridades de los hon gos es su pleomorfismo ; es decir, la diversidad morfológica para una misma especie. Esta particularidad es observada, de hecho, en alguna de las especies más patógenas para el ser humano. En este sentido, entre las manifestaciones pleomórficas más comunes de los hongos podemos encontrar a las levaduras , consisten tes en células aisladas aplanadas y redondeadas, y las hifas , constituidas por estructuras pluricelulares fila mentosas que forman agregados con apariencia de tejido deshilachado, que suele ser la forma más patogénica. También pueden encontrarse pseu dohifas, formadas por células aisladas con aspecto de hifas, esférulas consis tentes en células aisladas con forma redondeada, que frecuentemente son una forma de resistencia ante entor nos biológicos poco favorables. Por último, también existen formas mixtas de levadura e hifa. Afortunadamente, la mayor parte de las infecciones provocadas por hongos en el ser humano tienen un carácter superficial (epidérmico), siendo las más comunes las pro ducidas por dermatofitos (tiñas) y levaduras (candidiasis superficiales y pitiriasis, entre otras).
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