PAM481

REVISIÓN

Faringitis

LARINGE Y LARINGITIS

Se acepta que la infección viral que motiva la laringitis –el supuesto más común– se transmite por contacto persona a persona o por secreciones infectadas, ocasionando inflamación, eritema y edema de las cuerdas vocales, lo que disminuye su movilidad. La sin tomatología se produce por estrecha miento de la vía área y el aumento de la resistencia al flujo de aire, llegando a producir hipoxemia e hipercapnia en casos graves. Existen factores indivi duales que pueden favorecer la apari ción de la laringitis, como son la estre chez de la vía área, atopia o variaciones en la respuesta inmunitaria. En la laringitis aguda viral el comienzo suele ser gradual comenzando con rinorrea, febrícula y tos leve. El cuadro progresa a la triada típica en 12-48 h, apareciendo estridor inspiratorio si la obstrucción es suficiente. La tos característica es seca, disfónica y metálica recordando a un ladrido. El estridor suele ser inspiratorio, si bien en ocasiones es bifásico, y la agitación, el llanto y el decúbito lo agravan. El curso clínico suele ser fluctuante y autolimitado en 2-7 días. El diagnóstico es clínico y no suelen ser necesarias pruebas complemen tarias. Se recomienda realizar una in mediata valoración del estado general, signos vitales, estado mental y esta bilidad de la vía área para identificar a pacientes con compromiso respira torio. La exploración orofaríngea en casos graves debe posponerse hasta la estabilización del paciente. Para evaluar la severidad de la laringitis se han empleado las escalas de Westley y el score de Taussig (Tabla 5 ). Como se ha sugerido, a pesar de su lla mativa sintomatología, la mayoría de los casos de crup son leves y suponen un proceso autolimitado y benigno, aun que generen múltiples visitas a urgen cias y gran ansiedad a la familia del pa ciente. La gravedad viene determinada por la presencia de estridor en reposo, tiraje intercostal, entrada de aire dis minuida, nivel de conciencia alterado y presencia de palidez o cianosis.

Se recomienda una pauta de 50 mg/ kg/día en dos tomas durante 10 días. En adultos, 500 mg de amoxicilina cada 12 horas se considera dosis terapéutica suficiente. En alérgicos a la penicilina debe emplearse un macrólido según resistencias locales de S. pyogenes a dicho grupo de antibióticos: si esta es elevada deberá usarse preferible mente de 16 átomos, como el em pleo de josamicina a 50 mg/kg/día repartido en dos dosis por 10 días. En adultos, además de los macrólidos, en alérgicos a penicilina se puede optar por clindamicina 300 mg cada 8 h durante 10 días. Una consideración especial merece la faringitis recurrente , definida como la aparición de un nuevo episodio tras una faringitis adecuadamente tratada con antibióticos en un plazo menor de 30 días desde el inicio del primer cuadro. Actualmente, es común que el 20 % de las faringitis por estrep tococo del grupo A recurran a los 30 días y uno de cada tres casos (33 %) a los 60 días; si así se confirma, se debe sospechar la presencia de gérme nes productores de betalactamasa y considerar antibióticos de segunda línea: amoxicilina-ácido clavulánico, cefadroxilo a 30 mg/kg/día en una o dos dosis diarias o cefalosporinas de 2ª o 3ª generación. El niño con faringitis estreptocócica de repetición podría beneficiarse de un estudio de portadores familiar y tratamiento de erradicación de los contactos identificados. La amigdalectomía o resección qui rúrgica de las amígdalas debe consi derarse en los siguientes casos: farin goamigdalitis de repetición con ≥ 7 episodios de infección confirmada por S. pyogenes en un año, o 5 episodios en 2 años consecutivos, o 3 episodios en 3 años consecutivos, obstrucción severa de la vía área que comprometa la respiración (confirmada mediante polisomnografía) o afectación de la calidad de vida del paciente.

La laringitis o crup es una inflama ción de la laringe y vía área subglótica caracterizada por estridor inspira torio, tos disfónica y ronquera que habitualmente se debe a una infección vírica. El terminó crup se acuñó en el pasado para referirse a la difteria laríngea; actualmente se emplea para describir una variedad de afecciones de la vía área superior, incluyendo la ringitis, laringotraqueítis, laringotra queobronquitis, traqueítis bacteriana o crups espasmódico. Tiene una alta incidencia sobre todo en menores de 5 años y es respon sable del 7 % de las hospitalizaciones anuales por fiebre y/o enfermedad respiratoria en la infancia. El crup suele presentarse más frecuentemente en los meses de otoño e invierno y en niños de 6 meses a 3 años (presentan tejidos submucosos más laxos y menos fibrosos), coincidiendo con el pico epidémico de parainfluenza y virus respiratorio sincitial. En nuestro medio, la etiología de la laringitis es fundamentalmente vírica siendo el virus parainfluenza 1 el ma yoritariamente implicando. Otros virus que pueden ocasionar laringitis son el virus respiratorio sincitial, coronavirus y adenovirus. Excepcionalmente, la etiología puede ser bacteriana, aislán dose Haemophilus influenzae tipo B en la mayoría de casos de epiglotitis, y Mycoplasma pneumoniae en las formas de crup generalmente leves. El sarampión es una causa importante de crup en áreas donde esta enfer medad sigue siendo prevalente, como actualmente ocurre en Marruecos con una tasa de incidencia que ha alcanza do los 52,2 casos por 100 000 habitan tes con 107 muertes confirmadas desde octubre del 2023, el 50 % en menores de 12 años. Asimismo, la difteria fue en el pasado la forma más frecuente y mortal de laringitis estenosante, pero actualmente es casi inexistente en la población vacunada.

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