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VACUNAS

Optimización vacunal en trasplantes: la mirada del farmacéutico

En cuanto a seguridad, se observa ron muy pocos efectos adversos. Solo cinco niños desarrollaron varicela clínica leve, todos en tratamiento inmunosupresor de nivel medio o alto; los casos se resolvieron sin complica ciones graves. No se registraron casos de sarampión ni rubéola, ni episo dios de rechazo del injerto en el mes posterior a la vacunación. Este estudio proporciona evidencia sólida de que la vacunación con virus vivos puede ser segura y eficaz en una población selec cionada de receptores pediátricos de trasplante de órgano sólido. Además, sugiere que los criterios actuales para la vacunación postrasplante podrían flexibilizarse, permitiendo ampliar el acceso a esta estrategia preventiva en un contexto de aumento de enferme dades prevenibles por vacunación. PAPEL DEL FARMACÉUTICO COMUNITARIO. ASPECTOS CLAVES A RECORDAR Los farmacéuticos tenemos mucho que aportar en el ámbito del acompa ñamiento del paciente trasplantado y sus familias. Vivir el proceso de un trasplante provoca muy probablemen te incertidumbre, dudas, miedo y ne cesidad de ser escuchado y asesorado. La población considera al farmacéutico como un profesional sanitario cercano en el que confía, y con el que refor zar y complementar los mensajes de otros profesionales sanitarios de cara a generar confianza acerca del sistema sanitario que lo cuida. Las vacunas son medicamentos, y el farmacéutico es el profesional del medicamento, así que somos los sa nitarios ideales para hablar de dichos preparados con estas personas. Los as pectos clave que deberíamos tener en cuenta a la hora de hablar de vacunas con un paciente que ha recibido o va a recibir un trasplante podrían ser: • Crear una alianza terapéutica : No dar nada por sabido. Hacer pre guntas abiertas donde el paciente o familiar tenga la oportunidad de expresarse. Escuchar más que ha-

van una inmunidad relevante frente a diversas infecciones prevenibles y responden favorablemente a la revacu nación iniciada a los seis meses. Estos hallazgos abren la puerta a recon siderar la estrategia de vacunación postrasplante, valorando esquemas más personalizados en función de la inmunidad residual del paciente. En un estudio multicéntrico realizado en Estados Unidos, se evaluó la segu ridad e inmunogenicidad de vacunas virales vivas atenuadas (sarampión, paperas y rubéola y varicela-zóster) administradas tras un TOS en pobla ción pediátrica . Aunque, como hemos visto, estas vacunas no se recomiendan después de un trasplante, el resur gimiento de enfermedades como el sarampión y la varicela ha generado preocupación sobre la exposición a virus salvajes en niños inmunocompro metidos sin protección adecuada. vacunados entre 2002 y 2023. La mayoría de los pacientes recibieron al menos una dosis de triple vírica y/o varicela, con una mediana de 8,9 años al momento de la vacunación y 6,3 años desde el trasplante. Un 73 % se encontraba bajo inmunosupresión leve al momento de la vacunación, cumpliendo con las recomendaciones actuales para uso selectivo de vacunas vivas post-TOS. Los resultados mostraron que una alta proporción de niños desarrolló anticuerpos protectores después de la vacunación: 86 % frente a sarampión, 83 % frente a paperas, 99 % frente a rubéola y 72 % frente a varicela. Además, en el seguimiento al año, la mayoría de los que desarrollaron inmunidad inicial mantuvieron títulos protectores, destacando la durabilidad de la respuesta inmunológica (92 % para sarampión, 94 % para rubéola, entre otros). El estudio incluyó a 281 niños (96 % receptores de hígado y 3 % de riñón) Sobre la administración de vacunas vivas a un paciente trasplantado:

mune y mantiene una buena tolerancia, representando una estrategia promete dora para mejorar la protección en esta población vulnerable.

Sobre los títulos de anticuerpos después de un trasplante

En otro estudio llevado a cabo en Aus tralia, se evaluó la inmunidad frente a infecciones prevenibles por vacuna ción en pacientes durante los prime ros meses después de un trasplante autólogo de células madre hematopo yéticas . Aunque como hemos comen tado anteriormente, estos pacientes deben volverse a vacunar como si no se hubieran vacunado nunca, existe escasa evidencia sobre el grado de inmunidad residual que conservan antes de iniciar este nuevo esquema de vacunación y sobre la eficacia de la primera dosis. El estudio incluyó a 48 pacientes y se analizaron muestras de suero en tres momentos: entre 1–3, 3–6 y 6–9 meses después del trasplante. En esos análisis se midieron los niveles de anticuerpos frente a patógenos incluidos en vacu nas inactivadas (como Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae tipo B y toxoide tetánico) y en vacu nas vivas (como varicela, sarampión, paperas y rubéola). Los resultados mostraron que incluso en los prime ros tres meses tras el trasplante, una proporción considerable de pacientes mantenía seroprotección, especial mente frente a HiB (70,5 %) y tétanos (81,8 %), aunque fue menor para neu mococo (36,4 %). Después de la revacunación a los seis meses, las tasas de seroprotección aumentaron notablemente: 72,7 % para HiB, hasta 90,9 % para tétanos y 54,5 % para neumococo. Se observaron altos niveles de anticuerpos frente a varicela zóster (82,6 %) y también tasas elevadas de seropositividad frente a sarampión, paperas y rubéola.

El estudio concluye que los pacientes tras el trasplante autólogo conser

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