PAM482
Decitabina/cedazuridina en leucemia mieloide aguda
MEDICAMENTOS EN ESPAÑA
Aspectos fisiopatológicos
La leucemia mieloide aguda (en adelante, LMA ) se puede definir como una proliferación neoplásica de células inmaduras de estirpe mieloide, que proceden de un progenitor hematopo yético con capacidad de maduración al terada y que se expande desplazando a las células normales de la médula ósea. Su origen habitualmente reside en un clon de células madre mieloides que se maligniza como consecuencia de la acumulación de una serie de mu taciones en un glóbulo blanco inma duro (mieloblasto) y anómalo que será incapaz de proseguir su diferenciación normal en glóbulos blancos sanos, que dando en un estado indiferenciado. Por ejemplo, en algunas formas de LMA se produce un excesivo número de células madre que se transforman en glóbulos rojos o plaquetas anormales. A nivel celular, la LMA se define sobre la base de una inspección morfológi ca que revela un recuento de blastos mieloides de ≥ 20 % por cada 500 cé lulas de la médula ósea. Este recuento debería incluir mieloblastos, monoblas tos/promonocitos y megacarioblastos (Heuser et al. , 2020). rápido. Los primeros síntomas son con secuencia de la anemia producida por el déficit de glóbulos rojos (cansancio, mareos, palidez), de plaquetas (hemato mas, sangrado de encías, nariz u otras mucosas) y de granulocitos (fiebre e infecciones). En ocasiones puede ob servarse el crecimiento de los ganglios linfáticos, así como hepato- y/o esple nomegalia. También pueden observarse síntomas neurológicos, que denotan una infiltración del sistema nervioso central (dolor de cabeza, vómitos, som nolencia, etc.), aunque también pueden afectar a piel (nódulos diseminados Desde el punto de vista clínico, el inicio de la enfermedad es relativamente
o zonas de piel engrosada), mucosas (inflamación de las encías), ojos (visión borrosa, ceguera), etc. Sin tratamiento precoz, la LMA puede avanzar rápi damente y provocar la muerte en un periodo de tiempo de semanas o meses. Entre los posibles factores de riesgo de LMA están el sexo masculino (propor ción 1,3:1 frente a mujeres), el hábito tabáquico, un tratamiento previo con quimioterapia (un 10-20 % de todos los casos) o radioterapia, haber padecido leucemia linfoblástica aguda infantil, estar expuesto a la radiactividad o al benceno y tener antecedentes de trastornos hematológicos proliferati vos, como el síndrome mielodisplásico. Por otro lado, el riesgo de desarrollar LMA es 3 veces mayor entre personas con parentesco en primer grado de un paciente (Caballero, 2023). La LMA es la forma más común de leu cemia aguda en adultos, con una me diana de edad en el momento del diag nóstico de 68 años. La supervivencia global (SG) estimada a 5 años es del 31,7 % y varía considerablemente entre los diferentes grupos de edad, alcanzando el 50 % en pacientes más jóvenes, pero siendo menor del 10 % en pacientes mayores de 60 años (AEMPS, 2024). Respecto a la incidencia, para el año 2025, según las proyecciones de la Red Española de Registros del Cáncer (RE DECAN), se estima que se diagnostica rán 1927 (IC 95 % 1842-2013) nuevos casos en este tipo de leucemia, esto es, una tasa de incidencia ajustada por edad de 4,22 (IC 95 % 3,96-4,48) casos por cada 100 000 habitantes-año (REDECAN y SEHH, 2024). En las últimas décadas, los avances logrados en el análisis de determinadas alteraciones citogenéticas y molecula res han posibilitado la clasificación de
varios subgrupos y entidades, cada uno con un pronóstico significativamente diverso. Así, las mutaciones somáticas son fundamentales en el desarrollo de la LMA y pueden evaluarse con faci lidad con las técnicas actuales; pero también intervienen factores como la epigenética de las células neoplásicas, el microambiente de la médula ósea y la salud de las células hematopoyéticas normales. Las mutaciones iniciado ras promueven un clon expandido de células, visible en la sangre periférica, conocido como hematopoyesis clonal, una condición premaligna que se vuelve más prevalente con el envejecimiento (AEMPS, 2024). En cuanto al tratamiento , se estable cen dos escenarios según las comor bilidades y características basales del paciente: candidatos o no candidatos a tratamiento estándar de quimioterapia intensiva de inducción y consolidación con trasplante de progenitores hema topoyéticos (TPH). Entre las caracte rísticas que definen a los pacientes no candidatos se encuentran: padecer pa tología cardiovascular, renal, pulmonar o hepática, enfermedad mental, pun tuación en la escala Eastern Cooperative Oncology Group 1 (ECOG) ≥ 3 y edad ≥ 75 años (Heuser et al. , 2020). Según se ha sugerido, el tratamiento estándar de las LMA en los pacien tes candidatos se basa en terapias agresivas de quimioterapia inten siva de inducción con antraciclinas y citarabina, seguidas por ciclos de quimioterapia de consolidación con citarabina a dosis intermedia o alta. Estas suelen complementarse con un trasplante de progenitores hemato poyéticos (TPH). La terapia completa intensiva de inducción-consolidación y TPH se destina fundamentalmente a pacientes jóvenes, intentando alcan zar siempre la curación.
1 La escala ECOG, también conocida como escala WHO o Zubrod score, es una forma práctica y ampliamente usada para medir la calidad de vida y el estado funcional de un paciente con cáncer. La escala ECOG valora la evolución de las capacidades del paciente en su vida diaria manteniendo al máximo su autonomía, situándose entre 0 (asintomático) y 5 (fallecimiento).
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