PAM482

Eravaciclina en infecciones intraabdominales complicadas

MEDICAMENTOS EN ESPAÑA

Aspectos fisiopatológicos

Las infecciones intraabdominales (en adelante, IIA) constituyen un grupo heterogéneo de cuadros clíni cos, cuya etiología bacteriana es muy variada. Las infecciones no compli cadas se limitan a un órgano o tejido (apéndice, divertículos, colédoco, etc.), mientras que las complicadas implican la extensión a varios órga nos, con afectación del peritoneo, dando lugar a peritonitis localizadas (abscesos intraabdominales) o gene ralizadas (difusas). Su origen suele estar en perfora ciones o inflamaciones de la pared intestinal (por ejemplo, debido a una peritonitis), lo que determina la pluralidad de la flora patógena cau sante del cuadro, predominando las bacterias anaerobias. Las infeccio nes intraabdominales son una de las principales causas de sepsis grave. Las causas más comunes de peri tonitis secundaria son apendicitis perforada, perforación de úlcera gástrica o duodenal, perforación del colon por diverticulitis, vólvulos o cáncer, retención o aprisionamiento ( incarceración ) del intestino delgado y perforación por trauma penetrante (arma de fuego o blanca). La pan creatitis necrotizante también puede estar asociada con peritonitis en caso de que ocurra la infección del tejido necrótico. Menos frecuentes son las infecciones intraabdominales ocasio nadas por patología biliar, enferme dad pélvica y procedimientos invasi vos (poscirugía, posendoscopia). Los gérmenes más frecuentemente aislados en IIA son bacterias gram negativas (principalmente Esche richia coli y, en menor medida, Klebsiella spp . y Pseudomonas aeru ginosa ), grampositivos ( Streptococcus spp ., 30-40 %, Enterococcus spp. 20-25 %) y anaerobios ( Bacteroides fragilis > 70 %), teniendo un papel fundamental los coliformes en el ini cio de la sepsis y los anaerobios en la formación de abscesos, asociándose

el íleo biliar y las fístulas biliares. La colangitis aguda es una infección del árbol biliar que, por lo general, se presenta en un paciente que ya presenta una patología biliar previa, como litiasis o cáncer. El cuadro evoluciona rápidamente al estado de sepsis grave (disfunción orgánica, hipotensión) y tiene una alta morta lidad, principalmente en la población anciana. Atendiendo a esta amplia hetero geneidad de posibles causas, los signos y síntomas propios de una IIA complicadas (en adelante, IIAc) pueden ser muy variados, si bien el dolor abdominal está presente en la gran mayoría de los casos. Puede ser difuso o localizado, y su intensidad varía desde leve hasta grave. En ca sos de peritonitis, el dolor empeora con el movimiento. Además de dolor, pueden aparecer náuseas, vómitos, diarrea, anorexia y sensación de plenitud. También es frecuente la presencia de fiebre, pero su ausencia no descarta la infección. En presen cia de abscesos es común la taqui cardia, enlentecimiento o detención del tránsito intestinal (íleo) y oligu ria. Cuando el absceso está causado por un anaerobio, el olor pútrido y la formación de gas son características (Mehta et al. , 2023). El abordaje de las IIAc requiere un enfoque complejo que incluye el control del foco infeccioso mediante intervención quirúrgica o drenaje siempre que sea posible, pues per mite eliminar la fuente de infección. No obstante, esta intervención no será suficiente para controlar la infección, por lo que será necesario añadir un tratamiento antimicrobia no de amplio espectro , teniendo en cuenta que la situación más frecuen te será la de una infección polimi crobiana con presencia de gramposi tivos, gramnegativos y anaerobios.

con un mayor riesgo de complicacio nes y secuelas (Murando et al. , 2019). Por tipo de IIA, los cocos gramposi tivos son frecuentemente hallados en cuadros de peritonitis, tanto en aquellas asociadas a síndrome nefró tico y lupus eritematoso, donde pre domina Streptococcus pneumoniae , como en aquellas otras que compli can la diálisis peritoneal, en las que prácticamente la mitad de los casos están provocadas por Staphylococcus aureus , o en las peritonitis secunda rias y en abscesos intraabdominales, donde se puede detectar frecuen temente a Enterococcus faecalis (generalmente formando parte de una flora mixta aerobia/anaerobia). También los enterococos son el agente etiológico de algunos casos de colangitis , y hasta un 20 % de los casos de infecciones ascíticas en los pacientes con cirrosis se relacionan con cocos grampositivos. La denominada peritonitis terciaria es la que persiste después de 48 h de un adecuado manejo de la peritonitis primaria o secundaria. Por lo general son pacientes posquirúrgicos que ya recibieron antibióticos, están in munodeprimidos y reciben nutrición parenteral. También puede asociarse o producirse a causa de un absceso peritoneal y más del 90 % presenta ascitis. Más del 50 % de estos pacien tes ingresan a UCI con sepsis grave y presentan una tasa de mortalidad que puede superar el 30 %. Suelen estar provocadas por enterobacterias multirresistentes (con betalactamasas de espectro extendido, BLEE), anae robios, enterococos, P. aeruginosa, S. aureus y Candida spp. Por su parte, la colecistitis aguda se relaciona con la presencia de cálcu los biliares en más del 90 % de casos. El retardo del tratamiento adecuado puede llevar a complicaciones graves en la vesícula, como la gangrena, el empiema o la perforación; además de la colangitis, la pancreatitis aguda,

Las IIAc constituyen una situación de emergencia que requiere la ins-

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