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MEDICAMENTOS EN ESPAÑA
Macimorelina en diagnóstico del déficit de hormona del crecimiento
el electrocardiograma, las cuales, aunque fueron poco frecuentes en general (2,8 %), fueron graves en un paciente. Por ello, se desaconseja el empleo de macimorelina junto con otros fármacos arritmogénicos que puedan inducir torsades de pointes (por ejemplo: antipsicóticos como clorpromazina o haloperidol, antibió ticos como moxifloxacino o claritro micina, o antiarrítmicos de clase Ia o III) o en pacientes con prolongación del intervalo QT (AEMPS, 2024). En definitiva, el nuevo fármaco cuenta con un interesante mecanismo de ac ción como mimético no peptídico de la ghrelina, que permite su adminis tración por vía oral. Frente al estándar diagnóstico de la deficiencia de GH, la PTI, parece contar con una efica cia comparable, pero con una vía de administración de mayor convenien cia –solución oral frente a inyección intravenosa– y, sobre todo, un perfil de seguridad claramente favorable, teniendo en cuenta los riesgos y el seguimiento clínico que requiere la hipoglucemia inducida por insulina. En cualquier caso, se dispone de otros test considerados también de efica cia similar a la de la PTI que cuentan con un adecuado perfil de seguridad, como el test de glucagón, por lo que macimorelina parece suponer una nueva opción que complementará a las pruebas de diagnóstico ya existen tes, sin a priori modificar drástica mente la práctica clínica.
monal en adultos, que lo situaría en 3,0 ng/ml (EMA, 2019); si se consi dera esta última cifra como punto de corte, un análisis post hoc reveló que sí se habría alcanzado el umbral preespecificado en el límite inferior del IC 95 % para el PAP (concretamente, con un 74,6 %). El punto de corte de 2,8 ng/ml con macimorelina se estableció en base a datos de un estudio previo, también de fase 3 y similar diseño al pivotal, pero en comparación con argini na-GHRH. En ese estudio de soporte, se halló una eficacia elevada y compa rable para macimorelina y el control de acuerdo al resultado del análisis de la curva ROC. Sin embargo, en el EPAR (EMA, 2019) se han resaltado algunos defectos metodológicos que merman la credibilidad de sus resultados, como el hecho de haber incluido a participantes que no se ajustaban a los criterios de inclusión o la imposi bilidad de verificar el estado o proba bilidad de deficiencia de GH en todos los pacientes. Además, la disponibili dad comercial de arginina-GHRH es actualmente muy limitada. En comparación con la PTI, maci morelina parece contar con un perfil de seguridad más favorable, con una incidencia muy inferior de eventos adversos (25 % vs. 96 %). Los más frecuentemente reportados con ma cimorelina fueron por lo general de intensidad leve o moderada y transi torios, tales como disgeusia (5 % vs. 3 % con insulina), fatiga (4 % vs. 27 %), mareo (4 % vs. 27 %) y dolor de cabeza (4 % vs. 10 %). La principal señal de preocupación con macimorelina la constituyen quizá las anomalías en
La eficacia clínica de macimorelina en una dosis por vía oral de 0,5 mg/ kg se verificó en un estudio pivotal de fase 3 y con un diseño considerado adecuado por la EMA –multinacio nal y multicéntrico, aleatorizado, abierto, de dosis única y cruzado– en pacientes adultos con sospecha de deficiencia de GH y voluntarios sanos, en comparación con la prueba diag nóstica considerada estándar ( gold standard ), la PTI. Su objetivo principal fue validar el uso del nuevo fármaco como herramienta diagnóstica de la deficiencia de GH, en términos com parativos con la PTI para las variables coprimarias de porcentaje de acuerdo positivo (PAP) y porcentaje de acuerdo negativo (PAN). Se halló un PAP medio del 74,3 % con un IC 95 % cuyo límite inferior fue del 62,8 %, por debajo del umbral de aceptabilidad prefijado en el 70 %, debido a que algunos participantes clasificados como positivos por la PTI no se consideraron como tal con la prueba con macimorelina, por lo que macimorelina podría reducir el riesgo de falsos positivos y, por tanto, de es tablecer un tratamiento en pacientes que no lo requieren, un aspecto que se considera especialmente relevante en una herramienta diagnóstica de la deficiencia de GH (EMA, 2019). En el caso del PAN, que alcanzó el 93,9 %, el límite inferior del IC 95 % se situó en el 85,2 %, por lo que se superó el umbral preespecificado del 75 %. Por otro lado, cabe citar que el punto de corte de la PTI, situado en 5,1 ng/ ml en el estudio, se considera alto a tenor del consenso actual para el diagnóstico de esta deficiencia hor
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